NO QUIERO
No quiero. No quiero acostumbrarme a estar en negro, sin ART y sin obra social. A que la paga en gastronomía mayormente, sea mala. No quiero pertenecer al grupo de “cocineros de renombre” que de puertas para adentro te basurean y para las cámaras y redes sociales, son los mejores “jefes”. No quiero que me puteen, no hace falta, entendí que se puede trabajar seriamente, bajo presión y sin malos tratos. No quiero que me menosprecien por ser mujer, y no estar a la “altura” de un “cocinero hombre”. No quiero tus chistes verdes y guarros o tus piropos. No quiero ser tu mano de obra barata. No quiero tener que rogarte, implorarte que me pagues lo que corresponde. No quiero que digas que me corresponde una comida diaria, y después me digas que comamos lo que sobra, al finalizar el servicio, si es que hay tiempo. No quiero que me tengas 12 horas parada, laburando sin parar, porque eso no es un trabajo digno, eso es abusarte de mí necesidad de trabajar y nos hemos acostumbrado a eso, pero jus