MUJERES EN LA COCINA II


No debería ser tan difícil interactuar con respeto y compañerismo en una cocina entre ambos sexos, ¿no? Sin embargo, la mayoría de las veces se transforma en una competencia de poderes y orgullo. Ver quien es mejor. Ver quien tiene más fuerza. Ver quien puede más.
No debería depender de un pene y un cuerpo más grandote o de una vagina y un cuerpo más pequeño, en general. ¿Midiendo poderes por los genitales? Ya deberíamos evolucionar y dejar de lado todas esas cosas que se traen arraigadas del pasado en muchísimas áreas, en la vida misma. Me toca hablar de las cocinas porque en ese ámbito trabajo, desde hace muchos años. Y debo reconocer que las cosas van cambiando. Noto diferencias, los hombres están un poco más atentos y alertas, en cuanto a nuestras posibles dificultades con ollas de 50 litros, con cargar media res para depostar, entre otras. No obstante, debemos seguir diciendo que No, cuando No es No. Cuando No queremos aceptar contratos, “arreglos”, insultos o malos tratos.Creo que la mujer perdió, un poco el miedo y esta hablando, contando lo que le pasa, lo que no quiere. 
Si trabajamos en conjunto, a la par. Aceptando y respetando nuestras diferencias, que las hay, físicamente y psíquicamente, como por ejemplo, está comprobado que los hombres son más propensos a tener problemas de memoria, imaginen esto en un jefe de partida. Por otro lado, las mujeres tienen un alto nivel de tolerancia al dolor, bastante más alto que el de los hombres, esto para ayudarlas a lidiar con la agonía de dar a luz o con sus dolores menstruales. Eso significa que sentimos el dolor de diferente manera que los hombres.
Un estudio realizado en las instalaciones del Centro de Investigación del Sueño de la Universidad de Surrey (Reino Unido) ha mostrado cómo los turnos de noche afectarían más a las mujeres tanto en rendimiento intelectual como en el estado emocional. Sin embargo, somos mucha las mujeres que hicimos turno tarde-noche.
Por otro lado, EL CEREBRO DEL HOMBRE ES MÁS GRANDE. Es un poco más más grande que el de la mujer según un estudio realizado por la Universidad de Cambridge. Y como estas muchas mas. 
Las mujeres somos diferentes que los hombres, y viceversa, pero no usemos esto para dividir, usemos esto para unir. 
Queda en nosotras y en ellos. Aceptarlas, respetarlas y trabajar en conjunto más allá de eso. Somos cocineras, cocineros, que elegimos cocinar, alimentar. Una acción tan hermosa no debería mancharse por la competencia entre quien puede más, o quien es mejor. ¡Complementémonos!Trabajemos para limar esas asperezas, que dividen. Respetemos al otro, como persona, como compañero/a, como cocinero/a.
"LAS PROFESIONES NO TIENEN SEXO".Regina Gómez Pesci 





























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